EL DESEO AMOROSO NO TIENE NADA QUE VER CON LA BESTIALIDAD o con una problemática
etológica cualquiera. Cuando éste asume esa forma estamos ante
algo que pertenece precisamente a la naturaleza del tratamiento del deseo
en la subjetividad capitalística. Hay cierto tratamiento serial y universalizante
del deseo que consiste precisamente en reducir el sentimiento amoroso a esa suerte
de apropiación de lo otro, apropiación de la imagen del otro, apropiación del cuerpo
del otro, del devenir del otro, del sentir del otro. Y a través de este mecanismo de
apropiación se produce la constitución de territorios cerrados y opacos,
inaccesibles precisamente a los procesos de singularización, ya sean del
orden de la sensibilidad personal o de la creación, ya del orden del campo
social, de la invención de otro modo de relación social, de otra concepción
del trabajo social, de la cultura, etc.
Micropolítica. Cartografias del deseo, Suely Rolnik y Félix Guattari
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